Cuando
contamos una historia siempre estamos volviendo a renovar el
significado de ella. Cuando los países rememoran su historia, siempre se
resalta la participación destacada de algunas personas a quienes
reconocemos como nuestros próceres o nuestros padres fundadores.
Hubo
hombres y mujeres que imaginaron un pedazo de tierra donde ser libres
para poder desatar las cadenas que impedían la libre determinación;
sujetos capaces de cumplir todos los sueños cueste lo que cueste, pero
pensando siempre en el bien común. Uno de esos hombres fue Manuel
Belgrano creador de nuestra insinia patria, mascaron de proa de nuestra
argentinidad.
Manuel Belgrano creador de nuestra bandera
argentina que fue izada por primera vez el 27 de febrero de 1812 a
orillas del río Paraná, él consideró necesaria la creación de una
insignia que diera cuenta de nuestra identidad nacional. Fue en Agosto
de ese mismo año cuando se enarboló por primera vez en Buenos Aires, en
la torre del templo de San Nicolás.
El primer reconocimiento legal
de nuestra insignia patria correspondió al Congreso de Tucumán por
iniciativa del diputado Juan José Paso. Mediante un decreto, redactado y
presentado por otro destacado diputado, de nombre José Serrano, fue
posteriormente aprobado en la sesión del 20 de julio de 1816.
Pensemos
en el contexto en el cual tuvo lugar el accionar de Manuel Belgrano: Un
país que luchaba por su independencia hoy tenemos esa independencia
política. En lo externo la amenaza de un poderoso imperio que asomaba
con recuperar sus fuerzas en una Europa donde los ideales de la
revolución francesa estaban siendo cuestionados.
En América la
libertad, la igualdad y la fraternidad habían calado hondo y en lo
interno, las lacras oscurantista representada por una elite bastante
temerosa de los grandes cambios y apoyada por el espíritu sectario
amenazaba la sabiduría del disenso acompañdo por una anarquía que
reptaba por todo el territorio; todo parecía condenado al fracaso, todo
el sueño de una patria libre se podía hacer añicos, la incipiente nación
podría entrar en un estado que nublaba los sueños iniciados en mayo de
1810.
Todo este contexto interno es lo que tendríamos que
repensar hoy al evocar el día de la muerte de Manuel Belgrano y
hacernos algunas preguntas aunque tal vez muchas queden sin respuestas
¿Cuál es el sentido que le damos a este símbolo? ¿Qué sentido le damos
al concepto de patria? ¿Somos capaces de hacer patria más allá de las
tribunas deportivas en este contexto mundialista? ¿Solo somos argentinos
cuando jugamos un mundial? ¿ Qué representa la figura de Manuel
Belgrano hoy?
Estamos frente a un mundo globalizado y sociedades
cosmopolitas, como es la Argentina y la tecnología, por ejemplo la
Internet, nos permiten estar más cerca de los demás a pesar de las
grandes distancias.
Los argentinos estamos concectados tal es así
que las fronteras se diluyen, los nacionalismos exagerados y
chauvinistas, que tanto daño hicieron al mundo y a nuestro país deben
quedar relegados. Belgrano y todos nuestros próceres nos lo piden con
sus enseñanzas. Estas enseñanzas no son de antaño siempre están en plena
vigencia.
La figura del General Belgrano encarna los ideales de
mayo y por ello es uno de los padres de la Patria. Su legado sigue aún
vigente y es materia pendiente de todos los argentinos.
En la síntesis de su pensamiento expresaba:
1)
En la educación: Educación primaria gratuita para todos. Especial
atención para las mujeres, que como madres son las primeras maestras de
los hijos de la patria. Vinculó a su vez la educación con los oficios
que constituyen la máquina productiva del país: agricultura, ganadería,
industria y comercio. Sin una educación a la altura de las necesidades
económicas del país, nada podrá ser hecho. Belgrano es el primer
educador de la nación.
2) En la producción: Belgrano era un
estudioso de las posibilidades económicas del país, y sabía que sin un
desarrollo de sus potencialidades productivas, ninguna independencia era
posible.
Un 20 de junio como hoy, de 1820, murió el hombre Manuel
Belgrano, el que nos dio bandera, pero no murieron los ideales a los que
consagró su vida: Educación, Estado, Justicia Social, Producción,
Austeridad, Solidaridad, Humildad y Dignidad.
Hoy en día hemos
conquistado libertades, pero…¿las sabemos usar?, respetemos todo lo
realizado por Manuel Belgrano; no pasemos las fechas patrias como un
feriado más, fomentemos, enseñemos y eduquemos a estas futuras
generaciones la importancia del valor de saber de nuestros próceres,
aleccionemos sin vergüenza nuestras raíces culturales.
Debemos
convertirnos, para ello, en ciudadanos comprometidos con la búsqueda
del bien común, hoy es el día de detener los sentimientos mezquinos hoy
se debe generar un cambio de actitud ante una Argentina que siempre
espera a que diariamente nos comportemos como adultos y no como
adolescentes.
En momentos tan difíciles de la búsqueda de dialogo
entre algunos argentinos nos tiene que venir a la memoria personas como
Belgrano, él nos permitirá encontrar, quizás, el ejemplo de patriotismo
que a menudo hoy nos es difícil hallar, no se deben monopolizar las
ideas ni las palabras.
Un gran pensador, alguien que amaba bien a
la Argentina, Ortega y Gasset dijo una vez: “Argentinos: ¡A las cosas!”.
El también nos invita a seguir el camino trazado por Belgrano
Las comunicaciones que aquí se muestran son un servicio más, esta comunicaciones se dan primero en el aula y cuaderno de comunicaciones, por lo tanto no las invalida. www.elarcondeclio.com.ar