Nos encontramos reunidos hoy para celebrar y recordar
nuestra Independencia, pero en esta ocasión se torna mucho más significativa
debido a que se cumplen 200 años de aquél suceso tan importante y trascendental
en el surgimiento de nuestro país.
Para los que trabajamos en la disciplina histórica y
en particular con el tiempo, sabemos que 200 años puede resultar un periodo de
tiempo bastante pequeño en el devenir del hombre en esta tierra, lo mismo ocurre
si hablamos de la historia de un país, a pesar de las idas y venidas,
encuentros y desencuentros, acuerdos y disputas cada mínimo suceso ocurrido en
este suelo nos dio la fisonomía que tenemos hoy en día. Somos un país joven con
mucho trabajo por hacer y aprender.
Del aquel Congreso en Tucumán se recuerda
particularmente el día 9 de julio, cuando los representantes reunidos escriben
el acta de declaración de independencia, firmada por 19 representantes de las Provincias
Unidas en donde muchos de los diputados y representantes eran sacerdotes
católicos.
El camino para lograr la ansiada libertad no fue fácil
ni tranquilo, cada tiempo tiene sus sacrificios y sus lágrimas derramadas, lo
mismo ocurrió en aquel año de 1816 cuando reunidos aquellos hombres pensando en
el pasado pero visualizando un futuro decidieron darnos identidad y pertenecía,
y declarar la independencia de las Provincias Unidas del Sud.
El legado fundamental que llega a nosotros es la idea
de libertad, como país, como nación y para cada persona que habite este suelo,
sin distinción de origen o clase, la libertad bien entendida como el bien más
preciado que goza el hombre, su completa capacidad de decisión y acción, que
permita el desarrollo y el crecimiento de todos los ciudadanos.
Es la educación de un pueblo la herramienta principal
que permite que cada persona sea libre y plena, brinda el abanico de caminos y posibilidades,
lo mismo ocurre a nivel de país, honrar la independencia, honrar la libertad es
respetar al otro, tener empatia, capacidad de diálogo, esfuerzo, trabajo y dedicación, estas acciones nos hacen
merecedores del legado de los hombres que forjaron este país.
Crecer no es tener más o ganar, crecer es caerse y
volverse a levantar, festejemos cada uno de los
200 años de la Independencia
trabajando y aportando desde nuestro humilde lugar por los que ya no están, por los que estamos
hoy y por los que vendrán.
Feliz bicentenario para todos y que nuestra patria
cumpla muchos años más con la protección del señor, que sea tierra de paz, amor
y fraternidad.
Prof. Rodriguez Maria Cecilia.
Las comunicaciones que aquí se muestran son un servicio más, esta comunicaciones se dan primero en el aula y cuaderno de comunicaciones, por lo tanto no las invalida. www.elarcondeclio.com.ar