viernes, 15 de agosto de 2014

San Martín



Un nuevo 17 de agosto que nos encuentra para recordar al Padre de la Patria, en un nuevo aniversario de su fallecimiento, Don José de San Martín. El General San Martín fue uno de los grandes conductores de la historia universal, su figura trasciende el ámbito militar para proyectarse como gran estratega y conductor político.
Como no se concibe un hombre sin alma, nunca he concebido un conductor sin causa. La grandeza de San Martín fue precisamente la de haber sido el hombre de una causa: la independencia de la Patria y autodeterminación de los pueblos. Él confiesa haber vivido sólo para esa causa. La verdadera grandeza de los conductores estriba precisamente en que no viven para ellos, sino para los demás. Pareciera que la naturaleza, en su infinita sabiduría, al dotar a los hombres, carga extraordinariamente en la dosificación del egoísmo, pero evita cuidadosamente que este ingrediente contamine las almas de los grandes hombres. Por eso son grandes.
 A menudo la historia no acierta a discernir la infinita variedad de matices que la creación de los grandes hombres ofrece a la contemplación del futuro.
Con su visión estratégica percibió claramente cuál era el camino que debían transitar los pueblos americanos para constituirse en naciones libres y soberanas. Su obsesión fue la libertad de su patria. Ese fue el objetivo que lo desveló hasta el momento de su muerte. He aquí la razón de su mandato: “seamos libres, que lo demás no importa”.
El Libertador también nos enseñó que no es posible encarar un proyecto común de un país sin unidad nacional; condición necesaria para superar cualquier desafío, para alcanzar los sueños más anhelados, en síntesis, para el éxito de toda gran empresa.
Los pueblos siempre evocan su pasado de gloria; en tiempos sin apremios, para rendir homenaje de agradecimiento y reconocimiento a sus próceres por sus obras; en épocas de crisis, para buscar en ellos los ejemplos necesarios para enfrentar los grandes desafíos.
Hoy, volvemos nuestra mirada al general José de San Martín para nutrirnos de sus convicciones y de su conducta y explorar en su ejemplo soluciones para la difícil situación que vivimos.
La gesta sanmartiniana nos recuerda que hubo argentinos que pudieron vencer todos los obstáculos y que, con coraje y con valor, con honradez e inteligencia, se puede servir a la patria dignamente. Para el logro de esa gran nación, hoy más que nunca, debemos reafirmar lo que exclamó el padre de la patria: “compatriotas, la patria existe y triunfará”
Por ello es imprescindible que para las nuevas generaciones, los padres, los docentes y la propia sociedad mantenga en vivo los ideales del Padre de la Patria, que nos identifican como argentinos, con valores y costumbres propias y no que pretendan igualar a todas las naciones en aras de la tan mentada "aldea global".

 


Las comunicaciones que aquí se muestran son un servicio más, esta comunicaciones se dan primero en el aula y cuaderno de comunicaciones, por lo tanto no las invalida. www.elarcondeclio.com.ar